Vistas de página en total

5 de marzo de 2012

Algo tan importante.

Hay momentos en la vida que es inevitable cometer errores. Uno de ellos es creer que algo es para siempre sin tener la certeza de ello. Una relación es para siempre, ya sea amor o amistad, cuando hay confianza, respeto, apoyo mutuo, valor… Y muchas veces lo confundimos, confundimos esa amistad en la que confiamos, creemos que tiene todo lo que se necesita, igual si, pero no lo suficiente como para que sea para siempre.
Cuando dejamos de tener confianza, desaparece esa complicidad que antes había, si se va el apoyo, una de las dos personas cae, si se esfuma el respeto, adiós amistad.
Estoy segura de que miles de veces me encontraré con situaciones como esta, me confundiré y acabaré cayendo. Será un error que no podré evitar. Pero de los errores se aprende, y debemos aprender lo más importante, en mi caso, debo aprender a ver la realidad. Un solo problema me inunda y no me deja ver el resto de cosas preciosas que hay a mi alrededor, sueños por cumplir, deseos concedidos, un príncipe y unas cuantas haditas que están ahí, día a día, en mi rutina, que son capaces de mover cielo y tierra por sacarme una sonrisa, que me demuestran que les importo y que se puede confiar en una amistad a distancia, que el apoyo, el respeto y el valor es lo más importante.
Simplemente gracias por hacerme ver la realidad, aunque no lo veáis, hacéis mucho en mi, os quiero.

10 de enero de 2012

Capítulo 5.

Hola!!! Feliz año nuevo!!! Después de un tiempecito sin escribir, aquí estoy de vuelta, con un nuevo capítulo de mi pequeña historia, espero que os guste y los disfrutéis! :)


¿Quién eres tú?
Nunca he viajado sola, en realidad, apenas he viajado, pero nunca pensé que alguna vez lo haría sola. Tiene sus ventajas, soy una chica a la que le gusta ir por libre, sin nadie que me diga lo que tengo que hacer, pero soy un auténtico desastre y en momentos como este no me vendría mal alguna compañía.
Los amables ancianos me han visto un poco confusa y me han acompañado al bajar del avión a buscar mis maletas. No suelo ser muy confiada, pero me han transmitido mucha confianza y cuando me han preguntado el motivo por el que viajaba sola, no he dudado en contarles mi historia.
Lo necesitaba, un abrazo de esa señora lleno de cariño, a pesar de apenas conocerla, me ha llenado de fuerzas, las que iba perdiendo mientras les contaba todo lo sucedido, me cuesta asimilarlo, pero es real y tengo que ser fuerte.

Guau, ¡que nervios! ¿Qué me espera detrás de esa puerta? Mi nueva vida, si, pero, ¿cómo será? Es como si todo fuese nuevo para mí… Hace mucho tiempo que no veo a papá, hace mucho tiempo que no vivo con él, tampoco me acuerdo de mi familia aquí, ni conozco a su nueva familia, el instituto, todo es nuevo y he de decir que el miedo se está apoderando de mi, ¿y si no encajo? ¿Y si mi vida no es esta? Tengo ganas de llorar, pero ahora no tiene sentido, todavía no lo he intentado así que no tengo motivos para llorar en estos momentos.

¿Dónde está? No le veo por ningún lado… Hay mucha gente, pero mi padre no suele pasar desapercibido, en eso nos parecemos demasiado, gracias a el soy pelirroja y nuestro pelo llama la atención allí donde vamos, además mi padre es bastante alto, pero nada, ni rastro de él…
Desisto, he dado mil vueltas por toda la zona y nada. Habrá cogido atasco o quizás le haya surgido algún problema así que voy a sentarme a comer algo en alguna cafetería.

Este sándwich vegetal no es de los mejores que he probado en mi vida, pero es masticable aunque preferiría unas tortitas con nata en el Café Magic con Héctor al lado, sin parar de reír. Héctor, se me viene a la cabeza el beso que hace tan solo unas horas me dio. Le voy a echar de menos.
Alguien me acaba de golpear la espalda, tardo en reaccionar, ¿papá? No, no es papá, un chico moreno, de ojos color miel, guapísimo, con sonrisa de oreja a oreja quiere algo de mi.
-          Hola, ¿quién eres?
-          Hola, soy Leo, ¿tú eres Diana?
-          Si, soy yo, ¿cómo lo sabes?
¿Quién es este chico? ¿Le conozco? El parece conocerme, pero ¿de qué?
-          La verdad es que hay pocas chicas pelirrojas, con el pelo rizado y ojos verdes por aquí, aunque ya eres la tercera a la que pregunto y menos mal que por fin te he encontrado, ¡qué vergüenza!
Ahora estoy más perdida aún, ¿qué quiere ese chico tan guapo de mi?
-          Me vas a tener que explicar mejor quién eres…
-          ¡Jajaja! Perdón, debes de estar flipando, soy el hijo de Marta, la mujer de tu padre.
¿Marta? Ya me acuerdo, papá me habló de ella, pero no sabía que tenía un hijo.
-          Entonces, ¿tú eres mi hermanastro?
-          Así es, aunque la palabra hermanastro no me gusta nada, ¿qué te parece si empezamos por amigos?
¡Vaya! Un gran comienzo con una gran noticia, tengo un hermano, bueno, un amigo que parece bastante simpático.
-          ¿No dices nada? ¿Entonces no aceptas?
-          Claro que acepto, amigos.
-          Perfecto, entonces vamos, termínate eso, ¡que llegamos tarde!
¿Llegamos tarde? ¿A dónde? Mis nervios han desaparecido por completo, ahora más bien siento emoción, ¿a dónde vamos? Me muero de ganas por saberlo.



Yaii.