Vistas de página en total

25 de diciembre de 2010

De vuelta a Miramar. Capitulo 1 – Malas noticias.

“Riiiiiiiiing!” Suena el timbre. El último timbre del curso. Sí, vacaciones. Unas maravillosas vacaciones para muchos, para otros, no tan buenas, tendrán que pasarse el verano estudiando.
Mel y sus dos amigas están en la puerta del instituto.
-          Chicas! Por fin! Llevaba meses deseando que llegase este día. 
-          Yo iba tachando los días en el calendario. 
-          Chicas, ¿no creéis que exageráis un poco? 
-          Mel, ¿tu no tenías ganas de que llegase este verano? !Somos tres chicas, qué digo tres chicas! Tres adolescentes! Y por fin nuestros padres nos dejan irnos solas de vacaciones, solas! 
-          Bueno Carol, eso está por ver, os dije que mis padres no estaban muy convencidos, y encima con estas notas…
-          Venga muchacha! No exageres, te han quedado dos, no es para tanto…
-          Ya sabes como son mis padres Tania, no puedo hacer nada.
-          Ya, bueno, intenta convencerles porfi! Hablamos esta tarde, ¿vale?
-          Vale! Adiós!
-          Adiós chicas.

Las tres chicas se despiden y cada una se dirige hacia su casa.
Mel aún no sabe como decirle a sus padres la mala noticia, es consciente de que está cambiando, ella antes no era así, estudiaba, sacaba buenas notas, y era responsable, ¿qué la está pasando?
Sin duda estos meses no han ido nada bien. Todavía no entiende como pudo ser tan tonta. ¿Por qué enamorarse de un chico así?

Todo se remonta a hace unos meses, concretamente tres. Cambio de sitio en clase. A Mel le tocó sentarse con su peor pesadilla, Manu. Se conocen desde preescolar y siempre se han odiado, ninguno de los dos sabe por qué, pero siempre ha sido así.
Cuando el profesor les ordenó que se sentaran juntos ninguno de los dos protestó, los dos querían hacerlo, pero hubo algo que les hizo permanecer callados, ¿por qué?
A medida que pasaron los días, Manu y Mel empezaron a conocerse, ninguno de los dos creía que la otra persona fuese de esa manera, y en cuestión de dos semanas se hicieron inseparables. Ninguno entendía lo que estaba pasando, pero no les desagradaba esa situación.
Una mañana Mel recibió una llamada, numero oculto. Mel nunca suele cogerlo cuando se trata de un número oculto, pero sin saber por qué, respondió.
-          ¿Si?
-          ¿Eres… Mel?
-          Si, ¿tu quién eres?
-          ¿Yo? La novia de Manu. Verás Mel, no sé que te traes con el, pero yo quiero mucho a Manu y como me entere de que tu y el tenéis algo voy a por ti Mel, te juro que voy a por ti.
-          Pero… ¿Qué dices? Mira, no. No tengo nada con Manu, nunca lo tendré, no me gusta. Todo para ti. En serio.
-          Bien, espero que sea así. Adiós Mel.
-          Adiós.


Sin saber por qué Mel se echa a llorar, ¿qué la pasa? Se tumba en la cama y se abraza a su almohada. Está enamorada de Manu. Quiere pensar que no, pero algo dentro la dice que lo que siente por ese chico no es solo amistad.
Después de un buen rato pensando, Mel toma una decisión, debe olvidarse de Manu. No sabe como, pero es lo que debe hacer.

Transcurrieron los días y Mel y Manu apenas hablaban, Manu no entendía nada, pero tampoco hacía nada por saber lo que le ocurría a Mel, poco a poco ambos dejaron de hablar y volvieron a la situación anterior, miradas de odio y silencio entre los dos. Así hasta hoy.



Después de cinco minutos de camino, Mel llega a casa.

-          !Mel, cariño! ¿Eres tú?
-          Si mamá, soy yo. - Responde Mel mientras se dirige hacia la cocina. Allí la esperan sus padres.
-          ¿Qué tal el día? - Pregunta su padre mientras la besa la mejilla.
-          Bien papá. Oye, hoy no me encuentro muy bien, me voy a mi cuarto. - Dice Mel mientras abandona la cocina.
-          Mel, ya lo sabemos.
-          ¿Cómo que ya lo sabéis? ¿El qué sabéis? - Dice Mel regresando a la cocina.
-          Ha llamado tu tutor esta mañana, nos ha contado lo de tus notas, estaba preocupado.
-          Ya… Lo siento. No sé qué ha pasado.
-          Mel, sabes que si tienes algún problema nos lo puedes contar, ¿verdad?
-          No mamá, no te preocupes, no me pasa nada, es solo que me he distraído estos últimos meses, prometo que voy a estudiar este verano para poder recuperarlas en septiembre ¿vale?
-          Hablando de verano, tu padre y yo tenemos que darte una noticia.
-          ¿Una noticia? ¿Qué pasa mamá?
-          Hija, no puedes ir con tus amigas de vacaciones, la abuela ha llamado y nos a pedido que la llevemos a Miramar, hace ya dos años que no vamos y a tu abuela la hace mucha ilusión que vallamos los cuatro.
-          ¿Qué? ¿A Miramar? ¿Por qué mamá? Sabes que no me gusta ir allí. No quiero!
-          ¿Por qué dices eso Mel? Antes te encantaba ir allí, con Sami y Leo.
-          Ya, antes mamá, antes. ¿No podíais haberme preguntado antes?
-          No! Es nuestra decisión Melinda. Vas a venir te guste o no!

Mel rompe a llorar y se sube corriendo a su cuarto. ¿Por qué la siguen tratando como una niña? ¿No pueden contar con ella para tomar ese tipo de decisiones? No lo entiende, por mucho que lo intente, Mel no lo entiende.




Yaii

1 comentario:

  1. me lo he leido y me gusta mucho, al final ya veras como voy a empezar a leerme todas las historias que escribes en tu blog!
    att: una twittera que se va a viciar!!xD

    ResponderEliminar